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El CBD puede consumirse de diversas formas, y la elección del consumidor dependerá principalmente del gusto y de la rapidez con que se sientan los efectos.
La vaporización no es una forma de combustión , sino una manera de calentar la flor o la resina de CBD. Es el calor el que activa los cannabinoides y los terpenos que son hidrocarburos naturales y que influyen en la forma en que se siente el consumidor. Este calor liberará los efectos del cannabidiol en forma de vapor, no de humo .
Es importante recordar que fumar CBD pone en riesgo la salud, al igual que fumar tabaco. La combustión, a menudo con la adición de tabaco, liberará agentes patógenos y cancerígenos, además de una adicción a la nicotina.
Un método suave de consumo,la vaporización es una de las mejores maneras de disfrutar de todos los beneficios del CBD, sin las desventajas de la combustión. La vaporización se calienta entre 150 y 210°C. A modo de comparación, un cigarrillo arde a 900°C.
La temperatura a la que se calienta la vaporización potencia la liberación de los principios activos de la planta sin quemarlos. Como resultado, las flores permanecen más naturales y los sabores se multiplican por diez con la vaporización.
Para vaporizar tu CBD eficazmente, es esencial utilizar un equipo de calidad. Elige tu vaporizador en función de tus hábitos y deseos.
Elija un aparato que pueda ajustar usted mismo y no uno con temperaturas preestablecidas, para poder utilizarlo para diversas variedades.
Algunos modelos son polivalentes y pueden procesar aceite, flores o resina.
Los vaporizadores también son ideales para evitar la dosificación excesiva o insuficiente de flores o resina, simplemente colocando la cantidad necesaria en el depósito. La dosificación es mucho más sencilla, rápida y eficaz.
El vaporizador debe utilizarse correctamente para evitar quemarse y aprovechar al máximo los efectos del CBD. Deben seguirse los siguientes pasos:
- Preparación del material vegetal
El CBD en cualquiera de sus formas debe ser de buena calidad para una experiencia máxima: no debe estar demasiado húmedo, pero tampoco seco al tacto o desmenuzable. Se prepara una dosis suficiente pero no excesiva para colocarla en la cámara de calentamiento.
- Llenar la cámara de calentamiento
Las flores deben desmenuzarse hasta llenar el volumen del depósito del vaporizador, sin apelmazarlas, para favorecer la circulación del calor. De este modo, el vapor será más denso y agradable al paladar. Un desmenuzado mecánico uniforme garantiza una vaporización óptima. La cantidad de hierba es tan importante como su calidad. Cuando la cámara de calentamiento está llena hasta el borde, se impide la corriente de aire entre ésta y la boquilla. En casos extremos, se acelera el desgaste del interior de la cámara del vaporizador.
- Ajuste de la temperatura de calefacción
Como ya se ha mencionado, la temperatura de calentamiento es extremadamente importante. Ajustar tu máquina manualmente a la temperatura adecuada es un paso crucial en el proceso de vaporización. La flor de cáñamo se relaja a una temperatura de entre 160 y 220°C. Una temperatura de 160 a 180°C provocará relajación, mientras que entre 190 y 220°C, será más sedante. Evidentemente, el contenido de humedad de las plantas y su textura influyen en los efectos que siente el consumidor.
- Precalentar el pulverizador
Debe tenerse en cuenta el tiempo necesario para precalentar el vaporizador, que suele indicarse en las instrucciones de uso. No tarda más que unos segundos, pero debe tenerse en cuenta para una vaporización segura y uniforme.
- Inhalar suavemente CBD
Es aconsejable aspirar los vapores lenta y suavemente para obtener las mejores sensaciones posibles. No se recomienda tirar con fuerza de la boquilla para evitar introducir aire frío, que enfría el vaporizador.
- Limpieza del pulverizador
Tanto si lo utilizas a diario como si no, es fundamental limpiar bien el vaporizador después de cada uso. Hay que seguir al pie de la letra las instrucciones que figuran en el manual de uso del fabricante: limpiar el vaporizador con regularidad y sustituir las piezas desgastadas para mejorar el rendimiento y garantizar la longevidad de este accesorio. Para limpiarlo correctamente, retire primero la boquilla para acceder a la cámara de vaporización. A continuación, con alcohol isopropílico, es aconsejable pulir cuidadosamente cada componente (cámara de calentamiento, tubo, boquilla) para evitar que el equipo se atasque y la boquilla se obstruya.
- El calentamiento por convección es preferible a la conducción: la extracción se produce más lenta y uniformemente. Los aromas se conservan mejor y los principios activos se desarrollan mejor. Las flores no estarán en contacto directo con la fuente de calor: es el aire caliente el que impulsa la vaporización.
- Por conducción, el depósito que contiene el producto se calienta y es el contacto de las flores o la resina con las paredes del vaporizador lo que provoca la vaporización. Este calentamiento es más rápido, pero los aromas son menos potentes.
- Por inhalación, se trata de e-vaping utilizando un cigarrillo electrónico.
Mediante la combustión, sólo se extraerá el 20% del CBD, por no mencionar los efectos nocivos de los humos inhalados. La combustión sólo libera entre el 10 y el 15% de los principios activos de la planta. Con la vaporización, sin embargo, la biodisponibilidad es mucho mayor: la proporción de la dosis de CBD que llega a la circulación general y, por tanto, actúa sobre el organismo es mucho mayor y más rápida. La biodisponibilidad del CBD vaporizado ronda el 20%, frente al 8% de una infusión. Esta es, por tanto, la forma más rápida de sentir los efectos del CBD, por lo que se recomienda, sobre todo a la hora de dormir, para ayudar a relajarse (consulte nuestro artículo sobre el sueño para más detalles ): los efectos son casi instantáneos y duran varias horas, mientras que habría que esperar entre 30 minutos y 2 horas para ingerir CBD, por ejemplo.
Varios tipos de producto pueden consumirse en forma de aerosol.
La resina CBD se coloca en la cámara de calentamiento en cantidades muy pequeñas (0,1 gramos es más que suficiente) para que no se pegue a las paredes del vaporizador. A continuación, se calienta muy suavemente a 200°C, retirando el residuo vaporizado una vez terminado para no dañar el vaporizador.
El polen se desmenuza en el depósito de pulverización de la forma más uniforme posible y, a continuación, se calienta.
Las flores deben calentarse durante aproximadamente un cuarto de hora después de colocarlas en la cámara de calentamiento del vaporizador. Dependiendo del efecto deseado, puede aumentar o no la temperatura de calentamiento.
Conclusión:
No fumes flores de CBD, al igual que el tabaco es una combustión que degrada gradualmente tu salud. La vaporización es una forma más sana de disfrutar de los sabores del CBD sin poner en peligro tu salud. Más rápida y fácil de liberar los ingredientes activos del CBD, la vaporización es ideal para su consumo.