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La enfermedad de Lyme, o borreliosis de Lyme, está causada por la bacteria Borrelia Burgdorferi. Suele transmitirse a personas y animales por picaduras de garrapatas duras durante el contacto con la naturaleza (trabajos agrícolas o paseos por el bosque), principalmente entre marzo y septiembre en Europa, es decir, en primavera y verano. La enfermedad de Lyme es una enfermedad vectorial (transmitida por un vector vivo: la garrapata) y es más frecuente en el hemisferio norte. Si no se diagnostica y/o trata eficazmente, puede adoptar formas crónicas.
El primer síntoma es una lesión cutánea que aparece entre 3 y 30 días después de la picadura de la garrapata. Se trata de una lesión de forma ovalada acompañada de dolores de cabeza, fiebre leve y/o fatiga intensa, e inflamación de los ganglios linfáticos alrededor de la lesión. Si se diagnostica rápidamente, un tratamiento con antibióticos de 2 a 4 semanas suele bastar para erradicar la enfermedad, si no lo hace su propio sistema inmunitario.
En los casos en que la lesión no se trata, pueden aparecer los siguientes síntomas varias semanas o meses después de la picadura[1]:
Síntomas cutáneos idénticos a la lesión original y que aparecen en todo el cuerpo;
Síntomas articulares con inflamación de grandes articulaciones como las rodillas;
Síntomas cardiacos con bajadas de tensión y problemas de corazón que, una vez tratada la enfermedad, no deberían dejar secuelas;
Síntomas neurológicos, con meningitis en los peores casos.
Por último, si la enfermedad no se trata o no se diagnostica en esta fase, pueden surgir complicaciones graves meses o incluso años después, en forma de enfermedad de Pick Herxheimer[2] y/o daños neurológicos graves que pueden afectar a la médula espinal o al cerebro.
Las formas crónicas de la enfermedad de Lyme, con dolor generalizado y multinivel, son cada vez más frecuentes, ya que el diagnóstico no siempre es fácil.
Mientras que en Estados Unidos no hay duda de que el cannabis medicinal puede utilizarse para tratar el dolor y las enfermedades, en Francia sólo está regulada la molécula de CBD[3].
El CBD es el principal componente no psicoactivo de la planta de cannabis, o cáñamo, y está reconocido por sus beneficios médicos, sobre todo en el tratamiento del dolor y la inflamación. Muchos investigadores están interesados en el CBD como medio para aliviar los síntomas de la enfermedad de Lyme.
Aunque se sabe que el cannabis (compuesto en particular de THC y CBD) es eficaz contra las cepas resistentes a los antibióticos[4], el CBD es más conocido por sus propiedades antiinflamatorias. En el caso concreto de la enfermedad de Lyme, el CBD podría reducir la sensación de dolor y la inflamación, o incluso actuar sobre el sistema inmunitario de la persona infectada. La investigación sigue en curso, y no deben descartarse los tratamientos tradicionales y farmacéuticos, pero el uso de CBD puede apoyar el proceso de curación del paciente y proporcionarle alivio.
El Dr. Ernie Murakami, experto médico de la Columbia Británica, está detrás de una investigación que sugiere que el CBD podría incluso erradicar las bacterias responsables de la enfermedad de Lyme del organismo de un paciente[5].
El aceite de CBD es fácil de usar y es el método de consumo más utilizado. Utilizando una pipeta, podrá dosificar con precisión la cantidad adecuada a sus necesidades. Se verterá una cantidad de gotas directamente bajo la lengua, que pasará inmediatamente los componentes del aceite al torrente sanguíneo para un efecto rápido y eficaz. Como el CBD pasa directamente por la mucosa oral y no por el estómago, su biodisponibilidad será máxima.
Recomendamos dejar actuar el aceite de CBD durante 20 segundos para que su contenido en CBD penetre en el torrente sanguíneo.
Es importante dosificar la cantidad sobre la marcha y relacionarla con tu estado de cansancio. Así, si te sientes más cansado de lo habitual, es mejor reducir el número de gotas para controlar el nivel de dolor, pero sin los efectos secundarios del cansancio.
Para la enfermedad de Lyme, la dosis recomendada de aceite de CBD varía de 10mg a 100mg por día, dependiendo de su peso y su reacción al CBD.