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Desde su legalización, el mercado del CBD ha experimentado un rápido crecimiento, hasta llegar a la saturación. Hoy en día, la oferta es tan amplia que uno puede verse rápidamente paralizado a la hora de elegir cuando busca hachís legal. Nos encontramos ante decenas de referencias, todas con las mismas promesas «premium». Todo el mundo sabe que el hachís legal debe cumplir con el límite del 0,3 % de THC, pero eso no es garantía de calidad: ¿qué hay de la composición, los aromas, la textura...?
Entonces surge la pregunta: ¿cómo orientarse en todo esto y estar seguro de encontrar un hachís legal realmente bueno? Respondemos a esta pregunta punto por punto.
La resina, o hachís de CBD, es un producto obtenido de la extracción de cannabinoides, terpenos y flavonoides contenidos en los tricomas, esas pequeñas burbujas blancas y resinosas que rezuman en la superficie de las flores.
En Francia, al igual que en la mayoría de los países europeos, con la excepción de Luxemburgo y Alemania, el hachís de CBD debe cumplir varios requisitos para poder venderse legalmente:
Al contener un nivel muy bajo de THC, lo importante del hachís legal no es su potencia psicoactiva, sino su sabor, textura y perfil de cannabinoides y terpenos.
El primer aspecto a tener en cuenta es el olor. Los cannabinoides (CBD, CBN, CBG...) contenidos en las resinas no tienen olor por sí mismos. Son los terpenos y los flavonoides los que dan a la resina su aroma. Al ser la resina un concentrado, su olor suele ser potente. En general, cuando se abre la bolsa, cuanto más intenso es el olor de la resina, más concentrada está en tricomas y, por lo tanto, de mejor calidad. Normalmente, el olor de las resinas es agradable y aromático, con notas herbáceas, especiadas y, a veces, terrosas, pero siempre natural.
Por el contrario, si la resina no tiene olor, si desprende un olor químico a perfume barato, a humedad o, peor aún, a plástico, seguramente sea mejor no consumirla.

La textura puede ser un buen indicador de la calidad de la resina. Sin embargo, es importante ser prudente, ya que, dependiendo del tipo de extracción y prensado, el hachís puede presentar diferentes texturas. Por lo tanto, hay que evitar los juicios precipitados.
Una resina de calidad suele ser ligeramente pegajosa, debido a la presencia de tricomas, sin llegar a pegarse excesivamente a los dedos. A menudo se vuelve más maleable al contacto con el calor, aunque algunas resinas ricas en CBD pueden ser naturalmente más firmes.
Algunas texturas ligeramente aceitosas también pueden ser normales, especialmente en el caso de resinas tradicionales como el charras.
Por el contrario, hay que evitar las resinas demasiado pegajosas o elásticas, así como las demasiado duras o aceitosas, ya que podrían ser indicio de la presencia de aditivos que no deberían estar presentes en una resina de calidad, que es esencialmente natural.

Al igual que la textura, el aspecto puede depender de la extracción, pero también de la maduración, del tipo de variedad utilizada y del prensado. Por lo tanto, estos son elementos que hay que tener en cuenta al observar una resina. Las resinas tienen un color que puede ir desde el amarillo verdoso dorado hasta el negro bastante intenso. Los colores suelen ser uniformes, sin vetas, pero no es raro que el exterior sea más oscuro que el interior, especialmente cuando se trata de un prensado en caliente.
En general, en el caso de las resinas clásicas, cuanto más oscuras son, más tiempo han madurado y, por lo tanto, suelen ser de buena calidad. Por el contrario, cuanto más verdes son, más joven es la resina y más restos de planta contiene. Sin embargo, hay excepciones, como el lemon hash, el ice-o-lator, el rosin o el full melt.
Si tienes dudas sobre la calidad de tu resina, una forma de salir de dudas es colocar un pequeño trozo sobre la llama de un mechero. Si empieza a burbujear y a consumirse rápidamente, desprendiendo un olor agradable y natural, se trata de auténtico hachís de CBD.
Por el contrario, si el trozo tarda en reaccionar, se ennegrece más de lo que se derrite y desprende un humo espeso con un olor químico, acre o desagradable, seguramente sea mejor dejarlo a un lado.
En resumen,reconocer un hash CBD legal de calidad se basa en varios criterios sencillos, que siempre deben relacionarse con el tipo de resina, su método de extracción, su prensado, su maduración y la variedad de cáñamo utilizada:
Si tu resina cumple todos estos criterios, puedes estar seguro de que has comprado una resina de CBD legal y de calidad.
PD: ¡Puedes hacer la prueba con las nuestras y comprobar por ti mismo que cumplen todos estos puntos!
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