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El CBG es otra de estas moléculas que cada vez está más de actualidad. Aunque es mucho menos conocido y estudiado que el CBD o el THC, se cree que el cannabigerol (CBG) tiene ciertas virtudes, en particular la de aumentar la potencia del CBD.
¿Quiere saber más sobre el CBG, sus mecanismos de acción y sus efectos? Entonces ha llegado al lugar adecuado.
El cannabigerol es uno de los principales cannabinoides segregados de forma natural por el cáñamo y el cannabis. Para la mayoría de la gente, el CBG palidece en comparación con otros cannabinoides. No tiene la notoriedad del CBD ni los efectos disparados del THC. Sin embargo, sin él, ninguno de los dos estaría presente en el cannabis.
A veces se hace referencia al CBG como el"cannabinoide madre", y con razón. Se considera el "precursor" de los otros cannabinoides principales, al menos en su forma bruta, su forma ácida: CBGA.
La planta sintetiza primero el CBGA a medida que crece. A continuación, es modificado por varias enzimas que convierten la mayor parte en THCA, CBDA y CBCA, las formas ácidas del THC, el CBD y el CBC. Una pequeña proporción no es convertida por las enzimas y se transforma en CBG por descarboxilación. ¿Se convierte a su vez el CBG en CBG9? Nada es menos cierto. Pero lo que sí es seguro es que, tras esta conversión enzimática, el CBG representa sólo el 1% de los cannabinoides por término medio, mientras que el CBD o el THC pueden superar el 25% en algunas variedades.
En cuanto a sus efectos, el CBG está mucho menos estudiado que el CBD y el THC, pero algunos estudios preliminares han puesto de manifiesto una serie de propiedades que podrían resultar interesantes:
Un estudio realizado en 2013 en ratones demostró que el CBG tenía un efecto positivo en ciertas enfermedades inflamatorias intestinales como la colitis. Aunque las pruebas de este efecto antiinflamatorio solo se han demostrado en un radio de acción reducido, podría resultar eficaz para tratar la inflamación de forma más general[1].
Como la mayoría de los cannabinoides naturales conocidos, el CBG tiene un efecto neuroprotector. Se ha observado que puede tener un impacto positivo en la prevención y el tratamiento de la enfermedad de Huntington, al reducir su toxicidad celular.
El cannabigerol también podría tener propiedades interesantes contra otros trastornos neurodegenerativos como el Parkinson o el Alzheimer, pero se necesitan más estudios para estar seguros[2].
Un estudio realizado en 2008 por un equipo italo-británico analizó las propiedades antibacterianas de los cannabinoides. El estudio demostró que ciertos cannabinoides, como el CBG, tenían un efecto comparable, y a veces incluso superior, al de los antibióticos existentes contra el Staphylococcus aaureus resistente a la meticilina (SARM)[3].
Algunas investigaciones in vitro han demostrado que el CBG puede inhibir el crecimiento de ciertas células cancerosas, sobre todo en el colon. Estos hallazgos se confirmaron en modelos animales, donde redujo los tumores de cáncer de colon[4].
Muy al principio de la historia del estudio de los cannabinoides, a principios de la década de 1970, los investigadores exploraron el papel de los cannabinoides en la reducción de la presión intraocular. El CBG mostró un impacto positivo en la presión intraocular, particularmente en gatos. Estos resultados sugieren que el CBG tiene un efecto beneficioso sobre el glaucoma[5].
Es interesante comparar el CBD y el CBG tanto por sus similitudes como por sus diferencias.
El CBG representa alrededor del 1% del total de cannabinoides, mientras que el CBD puede superar de forma natural el 25% en determinadas variedades.
Otra diferencia menos visible pero mucho más interesante radica en su mecanismo de acción. El CBD interactúa débilmente con los receptores CB1 y CB2, pero tiene otros mecanismos de acción en los receptores de serotonina (5-HT1A) y los receptores vanilloides (TRPV1 y 2), que repercuten en la gestión y regulación de la ansiedad, el estrés y el dolor.
El CBG tiene un impacto directo sobre los receptores CB1 y CB2, aunque no tiene ningún efecto psicoactivo. Es este impacto sobre los receptores cannabinoides lo que provoca los efectos mencionados en el párrafo anterior.
Aunque algo diferentes, estos modos de acción pueden causar efectos similares, que pueden reforzarse mutuamente. Esto es especialmente interesante para los productos de la gama THM, ya que contienen CBG, CBN, CBC y CBDP. Una imagen vale más que 1.000 palabras, así que aquí tienes una tabla que muestra los efectos del CBG comparados con los del CBD y los que se refuerzan cuando se toman juntos:
El CBG no tiene efectos adictivos ni crea hábito y no produce colocón. Por lo tanto, es perfectamente legal en la mayoría de los países europeos, incluidos Francia, España, Italia y Alemania.
Al menos, sigue las mismas normas que el CBD: en Francia, es perfectamente legalsiempre que contenga menos de un 0,3% de THC.
Con su creciente popularidad, el CBG se está democratizando y el mercado crece a pasos agigantados. Hoy en día, el CBG con o sin CBD se puede encontrar en multitud de formas.
El CBG puede encontrarse en forma de aceite, especialmente en los llamados aceites de espectro completo. Estos aceites de espectro completo contienen todos los cannabinoides naturales presentes en la planta, lo que multiplica por diez su potencia. Fácil de usar, basta con utilizar la pipeta para colocar unas gotas de aceite bajo la lengua.
Aquí puedes encontrar CBG combinado con CBD en forma de resinas y flores. Estos productos de calidad, para tomar en infusión o en spray, te prometen un delicioso momento de relajación.
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